Además de las cualidades innatas con las que un cantante debe nacer, se requiere una técnica musical muy específica para aprender a cantar ópera.
Existen una serie de requisitos tanto naturales como adquiridos que son la base fundamental para que alguien tenga opciones reales de aprender a cantar ópera. No basta con desearlo, hay que haber nacido con las cualidades de voz requeridas y a partir de ahí se puede adquirir la técnica.
Para aprender a cantar ópera hay que tener al menos lo que se llama oído musical, y que no es otra cosa que saber apreciar y también reproducir con exactitud la tonalidad exacta de una melodía. Como cualquier otro instrumento que se aprende a tocar, hay que tener también sentido del ritmo para poder medir bien los tiempos en la interpretación, así como sentido de la musicalidad y la armonía.
Para empezar a prender la técnica no se debe tener ninguna carencia física que impida desarrollar a fondo la voz. Todas las personas tenemos el mismo aparato fonador, por eso personajes tan dispares físicamente como Bartoli, Montserrat Caballé o Carreras han podido llegar a la cúspide del bel canto.
Plácido Domingo
Hay cantantes que impostan mucho la voz, es decir que cantan alejándose de su forma natural de cantar, no dejando fluir su auténtica voz, fingiéndola. Otros, tienen una voz bella que surge de forma natural. Lógicamente, el caso de éstos últimos es una ventaja a la hora de aprender a cantar ópera; aunque no les exime en absoluto de aprender la parte más técnica, sí que les facilita el camino.
Para ser cantante de ópera, obviamente hay que nacer con unas cualidades innatas, pero no basta con eso, hay que aprender a cantar ópera. Si no se tienen unas cualidades excepcionales tales como sobreagudos, una buena coloratura de la voz y un buen oído, jamás se podrá aprender a cantar ópera.
En definitiva, no basta con poseer alguna de las cualidades, para triunfar hay que tenerlas todas. Una voz bonita y potente pero acompañada de errores de apreciación de los tiempos da como resultado a alguien que jamás podrá ser cantante, y mucho menos cantante de ópera.
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