jueves, 29 de noviembre de 2012

El Clasicismo.


A mediados del siglo XVIII en Europa se empieza a generar un nuevo movimiento en la arquitectura, la literatura y las artes conocido como clasicismo o neoclasicismo. El clasicismo musical o período clásico comienza aproximadamente en 1750 y termina alrededor de 1820.


Música clásica se dice en general para todos los períodos de la música culta europea, pero las primeras composiciones llamadas clásicas fueron las de este período. En la música no se trató del redescubrimiento y copia de los clásicos del arte greco romano, los pocos restos de música griega y de tratados teóricos que quedaron no se consideran suficientes para conocer como era aquella música realmente. La música del clasicismo evoluciona hacia un extremo equilibrio entre armonía y melodía. Compositores muy famosos son Haydn, Mozart y el primer Beethoven (Beethoven supone un giro de tuerca en la evolución de la música tonal, yendo cada vez más lejos del llamado centro tonal (Enunciado por J.S.Bach). Es en este punto cuando empieza la época romántica en la historia de la música).





Algunos instrumentos surgen en este periodo, como el piano-forte; el Arpeggione y el clarinete. Si bien la mayoría de los instrumentos sinfónicos ya existían desde el Barroco, muchos de ellos cambian y se adaptan a los nuevos requerimientos estilísticos y de composición de la época. Mientras surgen nuevos instrumentos y se desarrollan los que ya existían otros pierden vigencia casi hasta su extinción: viola da gamba, clavicordio, dulzaina, flauta dulce (volverá a renacer en el siglo XX), bajón, laúd, etc. El fortepiano se impuso sobre el clave de tal forma que pasó a ocupar un lugar central en la música de cámara e incluso conciertos solistas. Esto se profundiza aún más en el Romanticismo, con la aparición del pianoforte romántico.






Este es un periodo clave también para la orquesta porque aquí se configura claramente la Orquesta Sinfónica como tal, por influencias mayormente de Mozart y Haydn. De la orquesta de cámara heredada del barroco, en donde se mantiene la sección de cuerdas, aunque esta es ampliada en número. Se abandona la práctica del bajo continuo, y con ello el clavecín en la orquesta. Así también queda claramente establecida la sección instrumentos de madera (madera y metal es por la clase de boquilla de los instrumentos originales, no por el material en sí del instrumento) a 2, esto es 2 flautas traveseras, 2 oboes, 2 clarinetes y 2 fagotes. Además de los de metal: 2 trompetas, entre 2 y 4 trompas y ocasionalmente 1 trombón.





Una de las figuras decisivas en la transición del barroco al Clasicismo musical fue el compositor italiano Domenico Scarlatti. El estilo de sus obras era más cercano al Clasicismo porque utilizaba estructuras claras, y melodías con acompañamientos cada vez más comprensibles para el oyente. Otro compositor influyente fue Christoph Willibald Gluck, quien restándole importancia a la improvisación de ornamentos, se focalizó en los puntos de modulación y transición. La fase entre el Barroco y el Clasicismo fue llamada de varias maneras como Rococó o estilo galante, pero se caracterizó en el paso de la textura de polifonía compleja a melodías claras con acompañamientos sencillos y la creación de estructuras formales bien definidas.





Para la década de 1750 los géneros instrumentales como sinfonía y concierto habían ganado la suficiente fuerza como para ser interpretados independientemente de la música vocal y tenían gran aceptación en las cortes. El compositor del momento era Joseph Haydn. Además de escribir sinfonías de estructura claramente clásicas, escribió sonatas para pianoforte, el nuevo instrumento de teclado que estaba surgiendo y permitía mayores capacidades expresivas. Fue considerado también el "padre del cuarteto de cuerdas", probablemente porque sus obras para esta formación son de gran refinamiento melódico y armónico. Esto contribuyó para que el cuarteto quede establecido hasta nuestros días.





Un joven compositor comienza a revolucionar la ópera y el concierto; Wolfgang Amadeus Mozart. Aunque se basó en los aportes de Haydn, Mozart prefería melodías más cantables, al estilo italiano. Además en sus obras se aprecian más cromatismos y otras modificaciones armónicas. En cuanto a la instrumentación, utiliza más variedad de instrumentos, en ricas combinaciones tímbricas. En la década de 1780 surge Muzio Clementi y adquiere prestigio con sus sonatas y estudios para piano. Este compositor incentivó la extensión de la tesitura del instrumento, entre otras modificaciones que brindaron nuevas posibilidades.




Durante el Clasicismo la vida musical sufrió numerosos cambios; se empezó a editar y publicar partituras, los músicos hacían giras y la notación musical se volvió cada vez más específica. Una nueva generación de compositores formada por Johann Nepomuk Hummel, Luigi Cherubini y Ludwig van Beethoven comenzaron a cobrar importancia. Complicaron cada vez más la sección de desarrollo y el piano ocupó un lugar central en sus obras. También se complicaron los acompañamientos para crear texturas más ricas y la armonía se volvió más flexible y elaborada. Beethoven fue el que produjo los cambios más profundos en el estilo y por ello es considerado el responsable de la transición hacia el periodo romántico. Sus principales aportes fueron las innovaciones armónicas, como el uso de cuartas y quintas, y la búsqueda de una mayor expresividad. También fue un pionero en cuanto a la orquestación de sus sinfonías, ya que utilizó muchos instrumentos que no formaban parte de la orquesta y esto impulsó la ampliación de la misma.





En cuanto a la armonía no se producen cambios significativos porque las principales reglas armónicas ya venían establecidas del periodo anterior. Pero si podemos observar grandes cambios de textura; se utiliza un estilo más puro y equilibrado, generalmente melodía acompañada y en ocasiones homofonía o polifonía vertical. Surge y se impone el bajo Alberti (forma de acompañamiento en donde se van desplegando acordes). Esto sucede en oposición al estilo barroco de sobrecargado estilo imitativo, que produjo complejas fugas y canones. Recordemos que el ideal clásico es equilibrio y armonía. Cada vez se utilizan más variedad de dinámicas y articulaciones, gracias al desarrollo de los instrumentos. Las melodías se vuelven cantabiles y la forma musical adquiere particular importancia. Es en este periodo cuando se definen claramente las estructuras en las que se basa la música culta occidental casi hasta nuestros días; la sonata, la sinfonía y el concierto clásico.







Las formas del Neoclasicismo:

La sonata

Tiene tres o cuatro movimientos. En el primer movimiento se sigue un esquema con tres partes, primero una exposición en la que el compositor nos presenta dos temas, uno enérgico y otro más melódico. En segundo lugar, el desarrollo en el que se establece una lucha entre los dos temas. Finalmente la reexposición, en la que la tensión armónica se resuelve al volver a escucharse los temas iniciales. El segundo movimiento, lento, suele ser un tema más melodioso, utilizándose un lied, con forma ternaria y lírico. El tercer movimiento tiene un carácter más desenfadado, generalmente en forma de minuetto, danza de origen francés.(Scherzos tratándose de Beethoven). En el cuarto movimiento se adopta casi siempre la forma del rondó; alterna secciones fijas con variables. La sonata propiamente dicha está escrita para un solo instrumento o bien para un pequeño conjunto de dúos, tríos. La forma sonata, si es para una agrupación de cámara, puede ser un cuarteto, quinteto, etc. Si es para una orquesta, recibe el nombre de sinfonía, y si es orquestal ,pero con un solista, concierto.





La ópera


En el siglo XVIII se había convertido en un fastuoso espectáculo de la corte, a través del cual los monarcas y los aristócratas exhibían su esplendor. Los temas se referían a la mitología y representaban grandes tragedias lírico-heroicas, montadas con gran aparatosidad, la ópera seria. Por el contrario, las clases sociales menos favorecidas contaban con su propio teatro musical, pequeñas actuaciones satírico-burlescas, la ópera buffa. De breve duración, su argumento es muy simple, recurre a la expresión directa en lenguaje coloquial y se sirve de dos o tres personajes solamente, reduciendo al máximo los elementos musicales, en los que desde luego están ausente los coros y cobra la mayor importancia la melodía popular de fácil construcción.


Otras formas musicales de importancia en el Clasicismo fueron: Sinfonía, Concierto, Tema con variaciones, Cuarteto de cuerdas y quinteto de vientos.


Compositores destacados


Austria


- Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
- Franz Joseph Haydn (1732-1809)
- Ignace Joseph Pleyel (1757-1831)


Alemania


- Carl Philipp Emmanuel Bach (1714-1788)
- Johann Christian Bach (1735-1782)
- Ludwig van Beethoven (1770-1827) (primer y segundo periodo)


Italia


- Antonio Salieri (1750-1825)
- Muzio Clementi (1752-1832)
- Niccoló Paganini (1782-1840)






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