Federico Haendel (1685-1759), aunque alemán, estrenó su ópera Rinaldo en Inglaterra. Este músico se distinguió especialmente por sus oratorios.
Es curioso que naciera el mismo año que Bach y le sobreviviera nueve.Los dos son los mejores representantes de la música del Barroco.
El Mesías de Haendel tuvo una acogida inmensa en Inglaterra, y aún es costumbre que el público se ponga de pie cuando se interpreta su Aleluya.
A lo largo de su vida compuso: 41 óperas, 20 oratorios, 2 pasiones, 5 Tedeums, 37 sonatas, 20 composiciones para órgano y 4 himnos.
Se sabe que no soportaba el sonido de los instrumentos durante su afinación. Así cuando iba a dirigir en un concierto, ordenaba que los instrumentos se afinaran antes de su llegada al teatro.
Una tarde un bromista entró a hurtadillas antes de que empezara la función y desafinó todos los instrumentos. Cuando Haendel comenzó a dirigir, el publico escuchó la deprimente y áspera cacofonía que producen cincuenta instrumentos desafinados. Fuera de si, el músico destrozó un contrabajo, luego tomó un timbal y lo arrojo con toda su fuerza sobre el primer violín. En el frenesí su peluca voló por los aires y el publico rompió a reír, incontrolable, mientras Haendel salía furioso del escenario.
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