Haydn:
Joseph Haydn (1732-1809), austriaco, tuvo once hermanos, de los cuales tres fueron músicos notables. Fue nombrado maestro de capilla de la Corte del príncipe Esterhazy. Su obra es muy extensa, pues se cuentan 104 composiciones de diversa índole.
Se le considera el creador de la sinfonía y la sonata modernas. Sus dos obras principales son La Creación y Las estaciones. Dio gran importancia a la música de cámara, pues sentía más predilección por los instrumentos de cuerda que por los de viento o percusión.Con Haydn nos situamos en el periodo rococó, una música más alegre, más desenvuelta y quizás más frívola que la de Haendel y Bach.
De niño casi fue castrado, ya que fue muy apreciada su voz de soprano en la catedral de San Esteban en Viena (antiguamente se realizaban estas operaciones a los niños sopranos, los llamados Castrati, ya que era la única manera de poder conservar su voz aguda antes de que se les cambiara) pero, felizmente su padre se dio cuenta y la impidió.
Con Mozart y Beethoven, Haydn es el tercer gran representante del clasicismo vienés. Aunque no fue apreciado por la generación romántica, que lo consideraba excesivamente ligado a la tradición anterior, lo cierto es que sin su aportación la obra de los dos primeros, y tras ellos la de Schubert o Mendelssohn, nunca habría sido lo que fue. Y es que a Haydn, más que a ningún otro, se debe el definitivo establecimiento de formas como la sonata y de géneros como la sinfonía y el cuarteto de cuerda, que se mantuvieron vigentes sin apenas modificaciones hasta bien entrado el siglo XX.
Los últimos años de su existencia vivió en Viena, entre el reconocimiento y el respeto de todo el mundo musical.
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