La escritura musical que conocemos hoy, no existió desde siempre. Uno tiene la tendencia a creer que todo viene ya hecho. Antes de que existieran las notas musicales como las conocemos nosotros (do, re, mi…) existieron los llamados neumas (palabra de origen griego que significa “la señal”), que al parecer nacieron alrededor del siglo IX. Estos eran signos que tenían distintas formas según el ritmo y la altura de los sonidos. Se cree que los neumas nacieron del acento y el apóstrofe hasta tomar la forma que hoy conocemos.
Debemos saber también que tampoco, por esa época, existía el pentagrama, que esta formado por esas cinco líneas en las cuales escribimos las notas musicales.ninguna línea en absoluto, con lo cual era imposible definir bien cuál era la exacta altura del sonido) se llamaban adiastémicos. Éstos se encontraban en el norte de Italia y en Alemania, en la cual duraron nada menos que hasta el siglo XVI, siete siglos después de que ya hubiera sido inventado el pentagrama y el nombre de las notas musicales que conocemos en la actualidad. Por otra parte, en el sur de Francia, estaban los neumas que sí permitían reconocer alturas, llamados diastémicos.
Durante el siglo IX se empezaron a utilizar líneas horizontales (primero un de color rojo que indicaba la altura de la nota Fa y luego se a Los neumas que se leían sin líneas (es decir, si el pentagrama tiene cinco líneas, acá no había gregó otra línea amarilla que indicaba la nota Do). Guido D’Arezzo (980-1050) fue el primero en utilizar cuatro líneas horizontales dentro de las cuales ubicaba los neumas dependiendo de la altura de los sonidos. Esto se llamó tetragrama (cuatro líneas). Dos siglos más tarde, se iba a agregar una quinta línea dando lugar al nacimiento del pentagrama (cinco líneas).
Ejemplo de tetragrama:
Como podemos observar, tan sólo hay cuatro líneas.
Es el lugar donde se escriben las notas y todos los demás signos musicales. Tiene cinco líneas y
cuatro espacios, que se cuentan de abajo hacia arriba.
Ejemplo de pentagrama:
Aquí, en cambio, vemos cinco líneas.
Como entre las líneas y espacios del pentagrama sólo podemos escribir nueve notas, existen la
líneas y espacios adicionales, para escribir encima y debajo del pentagrama.
Ascendentemente, se escriben los sonidos que van hacia lo agudo, y descendentemente los que
van hacia lo grave. El uso de las líneas y espacios adicionales es limitado, porque la lectura se
dificulta cuando exceden las cuatro o cinco líneas por encima o debajo del pentagrama.
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