La enarmonía en música es el nombre que se aplica a la relación entre dos o más sonidos que, a pesar de poseer distintos nombres, son iguales en entonación.
La causa de la existencia de enarmonías es, principalmente, la existencia de las alteraciones. Al poder subir o bajar uno o más semitonos gracias a las alteraciones, muchas veces obtenemos como consecuencia el mismo resultado, aunque mediante el empleo de distintas alteraciones. Esto significa que si se subiera un semitono un sonido natural empleando un sostenido, el producto equivaldría a bajar un semitono el siguiente sonido natural mediante un bemol. De este mismo modo, se forman otras relaciones enarmónicas aplicando el doble bemol y el doble sostenido.
Ejemplos:
- do, si♯, re
- do♯, si, re♭
- re, do, mi
- re♯, mi♭, fa
- mi, re, fa♭
- fa, mi♯, sol
- fa♯, mi, sol♭
- sol, fa, la
- sol♯, la♭
- la, sol, si
- la♯, si♭, do
- si, la, do♭
Es incorrecto afirmar que los sonidos enarmónicos son iguales. La única causa no es porque posean distintas nominaciones, sino que además se debe a que el nombre del sonido varía de acuerdo a la tonalidad en que se encuentren escritos.
Esto significa que si se utiliza una tonalidad de sol mayor (posee fa♯ en la armadura de clave), todos los fa deberán ser subidos un semitono. Así, el nombre que recibirán estos sonidos es el de fa sostenido, y no el de sol bemol u otro enarmónico.
Cabe aclarar que en la mayoría de las piezas de música se usan alteraciones accidentales para cambiar de forma constante la tonalidad establecida para evitar la monotonía. Esto representa que, aunque la tonalidad de una pieza de música fuera sol mayor y todos los fa fueran sostenidos, puede emplearse el sol bemol u otro enarmónico para referirse a este sonido, pero con esta acción estaríamos cambiando la tonalidad.
Además, se debe añadir que las enarmonías son, en realidad, una convención creada por el sistema tradicional de afinación europeo, que es el sistema temperado, en el que la escala está formada por 12 sonidos a distancia de semitono; mas en la naturaleza encontramos que por ejemplo un re sostenido y un mi bemol no son el mismo sonido, el primero queda un poco por encima del segundo y el segundo un poco por debajo. Esto resulta de gran importancia por el hecho que los buenos ejecutantes de instrumentos de afinación libre (como el violín o la flauta travesera) realizarán estos sonidos ligeramente más altos o más bajos de como convencionalmente se estudian los sonidos en música.
Como consecuencia de la enarmonía, se producen otras relaciones entre sonidos tales como el intervalo absurdo y la segunda disminuida.
Un intervalo absurdo es aquel intervalo que es ascendente por su nombre y notación pero es descendente en cuanto a su entonación o viceversa. Por ejemplo, do♯, re es ascendente por su nombre y escritura (exceptuando las alteraciones, re es más agudo que do). Sin embargo, re es más grave que do♯ por su entonación, por lo que el intervalo es descendente.
Este tipo de intervalos son consecuentes de la enarmonía ya que do♯, re puede expresarse también como do♯ -- do natural. En este último caso, el intervalo deja de ser absurdo porque es descendente tanto en nombre y escritura como en entonación.
Las segundas disminuidas son aquellos intervalos conformados por dos sonidos, de los cuales, el segundo posee dos semitonos cromáticos menos que el intervalo mayor de su mismo nombre. Esto significa que todas las segundas disminuidas son la expresión enarmónica de un unísono. Por ejemplo, do -- re es un intervalo de segunda disminuida porque el intervalo de segunda mayor de do es do -- re, convirtiéndose en do -- re al bajar dos semitonos cromáticos. Si bien, por su nombre y escritura es un intervalo de segunda disminuida, en entonación son el mismo sonido. Esto significa que do -- re es equivalente a do -- do ya que do y re son enarmónicos.
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