Stravinsky nació el 17 de junio de 1882 en Oranienbaum (hoy Lomonósov), Rusia. Creció al cuidado de su padre y hermana mayor, siendo su primera infancia, una mezcla de experiencias que revelaban poco al artista cosmopolita que llegaría a ser. Si bien su padre Fiódor Stravinsky era cantante de ópera (bajo) en el Teatro Mariinski, Stravinsky inició los estudios de Derecho, que tiempo después cambiaría por la composición.
En 1902, a los 20 años de edad, Stravinsky se convirtió en alumno de Nikolái Rimski-Kórsakov, probablemente el compositor ruso más importante de su tiempo. Una de sus obras de estudiante, Feu d'artifice (fuegos artificiales en francés), impresionó a Serguéi Diáguilev, que encargó a Stravinsky varias orquestaciones y luego un ballet completo, "El pájaro de fuego".
Stravinsky dejó Rusia por primera vez en 1910, para asistir en París al estreno de su ballet El pájaro de fuego por los Ballets Rusos. Durante su estancia en dicha ciudad, compuso dos obras más para los Ballets Rusos: Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (1913). Los ballets revelan el desarrollo estilístico del compositor: desde El pájaro de fuego, cuyo estilo muestra la poderosa influencia de Rimski-Kórsakov, a Petrushka con su fuerte énfasis bitonal, para llegar finalmente a la salvaje disonancia polifónica de La consagración de la primavera. Como Stravinsky mencionó acerca de sus estrenos, su intención era "mandar todo al demonio".
Relativamente pequeño de estatura y no convencionalmente atractivo, Stravinsky no era fotogénico, como muchas fotos lo demuestran. Todavía era joven cuando, el 23 de enero de 1906, se casó con su prima Katerina Nossenko a quien conocía desde pequeño. Su matrimonio duró 33 años, pero el verdadero amor de su vida y, después, su compañera hasta la muerte, fue su segunda esposa, Vera de Bosset (1888-1982). Aunque fue un notorio galanteador (se rumoreó que tuvo encuentros con personalidades influyentes como Coco Chanel), Stravinsky también fue un hombre familiar que consagró cantidades considerables de su tiempo y dinero a sus hijos. Uno de sus hijos, Soulima Stravinsky, también fue compositor, pero poco conocido, dada la comparación con su padre.
Cuando Stravinsky conoció a Vera a inicios de los años 20, ella estaba casada con el pintor y diseñador de escenarios Serguéi Sudeikin. Como pronto empezaron a tener encuentros amorosos, Vera dejó a su marido al cabo de un tiempo. Desde ese momento y hasta la muerte de Katerina (1939) Stravinsky llevó una vida doble, invirtiendo parte de su tiempo con su primera familia y el resto con Vera. Katerina advirtió la relación y la aceptó como inevitable y permanente. Después de su muerte, Stravinsky y Vera se casaron en Nueva York, adonde habían viajado desde Francia para escapar de la Segunda Guerra Mundial en 1940.
Eventualmente, el futuro musical de Stravinsky fue noticia por Serguéi Diáguilev, el director de los Ballets Rusos en París. Encargó a Stravinsky para escribir un ballet para su teatro, por lo que este viaja a París en 1911. Ese ballet terminó siendo el famoso L'Oiseau de Feu (Pájaro de Fuego). Sin embargo, debido a la Primera Guerra Mundial, se trasladó a la neutral Suiza en 1914. Volvió a París en 1920 para escribir más ballets así como muchos otros trabajos. Posteriormente viaja a Estados Unidos en 1939, donde se nacionalizó ciudadano en 1945. Continuó viviendo en Estados Unidos hasta su muerte en 1971. Stravinsky se había adaptado a la vida en Francia, pero el trasladarse a América, a la edad de 58 años, era una perspectiva muy diferente. Durante un tiempo conservó el deseo de traer a sus amigos y contactos rusos, pero al poco tiempo comprendió que esto no sostendría su vida intelectual y profesional en EE.UU. Cuando planeó escribir una ópera con W. H. Auden, la necesidad de adquirir más familiaridad con el mundo angloparlante coincidió con el encuentro con el director y musicólogo Robert Craft, quien vivió con Stravinsky hasta su muerte, actuando como intérprete, cronista, director auxiliar y factótum para una infinidad de tareas musicales y sociales.
El gusto de Stravinsky por la literatura fue amplio y refleja su deseo constante de nuevos descubrimientos. Los textos y las fuentes literarias para su trabajo empezaron con un período de interés en el folclore ruso, que progresaron a los autores clásicos y a la liturgia Latina. A esto le siguió el contemporáneo francés André Gide (en Persephone), llegando finalmente a la literatura inglesa: Auden, Eliot, y versos medievales ingleses. Al final de su vida estaba incluso utilizando las escrituras hebreas en Abraham e Isaac.
Su estilo experimentó entonces un giro que desconcertó a sus propios seguidores: en lugar de seguir el camino abierto por estas obras, en 1920 dio a conocer un nuevo ballet, Pulcinella, recreación, a primera vista respetuosa, de la música barroca a partir de composiciones de Giovanni Battista Pergolesi.
Comenzaba así la etapa neoclásica, caracterizada por la revisitación de los lenguajes del pasado, con homenajes a sus compositores más admirados, como Bach (Concierto en re), Tchaikovsky (El beso del hada), Haendel (Oedipus rex), Haydn (Sinfonía en do) o Mozart (La carrera del libertino) y obras tan importantes como el Octeto para instrumentos de viento, la Sinfonía de los salmos o el ballet Apollon Musagète.
En ellas Stravinsky abandonó las armonías disonantes y la brillante orquestación de sus anteriores composiciones para adoptar un estilo más severo y objetivo –el neoclasicismo, de hecho, nació como una oposición al arrebatado subjetivismo del Romanticismo y el expresionismo germánicos–, estilo, sin embargo, que no excluía cierto sentido del humor en su aproximación al pasado.
Con la Sinfonía en tres movimientos y la ópera La carrera del libertino concluye esta etapa, tras la cual Stravinsky volvió a sorprender al adoptar el método dodecafónico sistematizado por su colega y rival Arnold Schönberg, aunque eso sí, a la muerte de éste. De nuevo un ballet, Agon, señaló la apertura de este nuevo período, en el que sobresalen títulos como Canticum sacrum, Threni, Monumentum pro Gesualdo y Requiem Canticles, ninguno de los cuales ha obtenido el nivel de aceptación de las obras de las dos épocas precedentes.
La carrera de Stravinsky pasa por tres grandes períodos estilísticos distintos, por lo que la mayoría de sus composiciones pueden ser consideradas como parte de alguno de ellos.
- El primero de los períodos estilísticos mayores de Stravinsky (excluyendo algunos trabajos menores tempranos) fue inaugurado por los tres ballets que compuso para Diáguilev. Estos ballets tienen varias características compartidas: están hechos para ser interpretados por orquestas sumamente grandes; los temas y motivos argumentales se basan en el folclore ruso; y llevan la marca de Rimski-Kórsakov tanto en su desarrollo como en su instrumentación.
El primero de los ballets, El pájaro de fuego, es notable por su inusual introducción (tríos de cuerdas bajas) y barrido de la orquestación. Petrushka, también se anota distintamente y es el primero de los ballets de Stravinsky que utiliza la mitología folclórica Rusa. Pero es en el tercer ballet, La consagración de la primavera, el que generalmente es considerado la apoteosis del "Período Ruso" de Stravinsky. Aquí, el compositor utiliza la brutalidad de la Rusia pagana, reflejando estos sentimientos en la agresiva interpretación, armonía politonal y ritmos abruptos que aparecen a lo largo del trabajo. Hay varios pasajes famosos en esta obra, pero dos son de nota particular: el primer tema basado en los sonidos del fagot con las notas en el límite de su registro, casi fuera de rango; y el ataque rítmicamente irregular de dos acordes superpuestos utilizando solo el talón del arco por las cuerdas y haciendo más evidente la reorganización permanentemente cambiante del motivo inicial, duplicando con los bronces los acordes que resultan acentuados cada vez.
- La siguiente fase del período composicional de Stravinsky , solapando al primero ligeramente, es marcado por dos trabajos: Pulcinella (1920) y Octeto (1923) para instrumentos de viento. Ambos trabajos ofrecen lo que será un sello de este período; es decir, el retorno de Stravinsky, o "vuelta atrás" a la música clásica de Mozart, Bach y sus contemporáneos. Este estilo "neoclásico", que de hecho nació como una oposición al arrebatado subjetivismo del romanticismo y el expresionismo germánico, involucró el abandono de las grandes orquestas exigido por los ballets. En estas nuevas obras, escritas aproximadamente entre 1920 y 1950, Stravinsky se vuelca mayoritariamente hacia los instrumentos de viento, piano, coros y trabajos de cámara. La Sinfonía de Instrumentos de Viento (1920) y la Sinfonía de los Salmos están entre los trabajos más finos compuestos para vientos.
Algunos trabajos mayores de este período son las tres sinfonías: la Sinfonía de los Salmos (Symphonie des Psaumes) (1930), Sinfonía en Do (1940) y Sinfonía en Tres Movimientos (1945). Apolo, Perséfone (1933) y Orfeo (1947) también marcan la preocupación de Stravinsky, durante este período, no solo de volver a la música "clásica" sino también a los temas "Clásicos", en estos casos, la mitología de los antiguos griegos.
- Tercer período : Solo después de la muerte de Arnold Schoenberg, el inventor del dodecafonismo, en 1951, Stravinsky empieza a utilizar ésta técnica en sus propios trabajos. Sin duda, Stravinsky se ayudó en su comprensión, e incluso su conversión, al método de los doce tonos en su confidente y ayudante Robert Craft, quién había estado defendiendo este método musical. De esta forma, los siguientes quince años fueron empleados en escribir trabajos en este estilo.
Stravinsky empezó a impregnarse de la técnica dodecafónica en los primeros trabajos vocales más pequeños como Cantata (1952), Tres Canciones de Shakespeare (1953) y In Memoriam Dylan Thomas (1954), como si estuviera probando el método. Él posteriormente empezó expandiendo el uso de la técnica en obras a menudo basadas en textos bíblicos como Cánticum sacrum y Threni (1958), A Sermon, a Narrative and a Prayer (1961), y El Diluvio (1962). Además durante esta etapa sobresalen títulos como Movimientos para piano y orquesta (1959), Monumentum pro Gesualdo y Réquiem canticles (1966), aunque ninguno de estos ha obtenido el nivel de aceptación de las obras de las dos épocas precedentes.
Un trabajo importante de transición de este período en las obras de Stravinsky, es su retorno al ballet: Agon, un trabajo para doce bailarines escrito entre 1954 y 1957. Algunos números de Agon recuerdan la tonalidad de la "nota-blanca" del período neoclásico, mientras otros (el Bransle Gay, por ejemplo) el despliegue de su reinterpretación única del método serial. El ballet es así una clase de enciclopedia en miniatura de Stravinsky, conteniendo muchas de las firmas que pueden ser halladas a lo largo de sus composiciones, primitivismo, neoclasicismo, o serialismo: peculiaridad rítmica y experimentación, ingeniosidad armónica, y un oído ágil para la orquestación impetuosa y autoritaria. De hecho, estas características son lo que hace que las producciones de Stravinsky sean tan únicas cuando se comparan con las obras de compositores seriales contemporáneos.
El trabajo de Stravinsky abrazó múltiples estilos composicionales, revolucionando la orquestación y abarcando varios géneros; prácticamente reinventó el ballet en su forma, incorporando múltiples culturas, idiomas y literaturas. Como consecuencia, su influencia en otros compositores fue considerable durante su vida y sigue siéndolo después de su muerte.
Stravinsky comenzó a repensar el uso del motivo musical y el ostinato ya en el ballet El pájaro de fuego, pero el uso de estos elementos alcanzó su cenit en La consagración de la primavera.
Los motivos, que se desarrollan en una frase musical distintiva que es seguidamente alterada y desarrollada a lo largo de una pieza musical, tienen sus orígenes en la sonata de la época clásica. El primer gran innovador en este método fue Beethoven; el motivo rítmico famoso que abre la Quinta Sinfonía reaparece sorpresivamente a lo largo de la obra, siendo las permutaciones refrescantes un ejemplo típico. Sin embargo, el uso de Stravinsky en el desarrollo de los motivos era único sobre todo por la manera que tenía de permutarlos. En "La consagración de la primavera" introduce permutaciones aditivas, es decir, quita o agrega una nota a un motivo sin tener en cuenta los cambios en la métrica.
Este ballet también es notable por el uso implacable de los ostinati. El pasaje más famoso, mencionado anteriormente, es el ostinato rítmico de las cuerdas, con acordes acentuados ocasional e irregularmente por ocho trompas, que aparecen en Augurios Primaverales (Danzas de las adolescentes), segundo número de la primera parte, Adoración de la Tierra, del ballet. Éste es quizás el primer caso en la música del ostinato extendido que no se usa ni para la variación ni para el acompañamiento de la melodía. En otros diversos momentos de la obra de Stravinsky éste emplea varios ostinati sin tener en cuenta la armonía o el tempo de la obra, creando un pastiche, una clase de equivalente musical al cubismo en la pintura. Estos pasajes no solo son notables por su calidad-pastiche sino también por su longitud: Stravinski los trata como un todo, como secciones musicales completas.
Tales técnicas figuraron durante varias décadas en obras minimalistas de compositores como Terry Riley y Steve Reich.
Stravinsky no fue el primer practicante del estilo neoclásico; de hecho el compositor alemán Richard Strauss podría ser el primero y más grande ejemplo (compuso la mozartiana El caballero de la rosa en 1910, cuando Stravinsky aún estaba empezando las obras de su período ruso).
Stravinsky anunció su nuevo estilo en 1923 con su delicada obra para vientos Octeto. Las armonías claras, recordando la era de la música clásica de Mozart y barroca de Bach, y las combinaciones más simples de ritmo y melodía eran una contestación directa a las complejidades de la Segunda Escuela de Viena.
Ciertamente de forma tardía, entre 1920 y 1930, el neoclasicismo fue aceptado como género moderno prevaleciendo entre los círculos musicales alrededor del mundo. Irónicamente, fue el propio Stravinsky quién anunció la muerte del neoclasicismo al menos en su propio trabajo, y tal vez para el mundo, con la realización de su ópera The rake's Progress en 1951. Una suerte de declaración última para el estilo, la ópera fue ampliamente ridiculizada por parecer en demasía una "vuelta atrás" incluso por aquellos que habían alabado el nuevo estilo solo tres décadas antes.
Murió en Nueva York el 6 de abril de 1971 a la edad de 88 años y fue enterrado en Venecia en la isla del cementerio de San Michele. Su tumba está cerca de la de su antiguo colaborador Diáguilev. La vida de Stravinski abarcó la mayoría del siglo XX, incluyendo muchos estilos de música clásica moderna, influenciando a muchos compositores durante su vida y después de su muerte. Él posee una Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en Hollywood Boulevard 6340.
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